jueves, 31 de agosto de 2017

Deconstruyendo el constructivismo

Llegamos al constructivismo, y no me refiero a ninguna burbuja inmobiliaria. Es este un modelo de aprendizaje en el que el alumno tiene el papel protagonista: el estudiante ya no se limita a reproducir informaciones y contenidos, es él quien los construye.

Dentro del constructivismo, destacan dos teorías: la de Bruner y la de Ausubel, aunque ambos compartían una misma idea: los alumnos aprenden cuando comprenden. La diferencia estriba en que Bruner defiende el aprendizaje a través de un proceso de descubrimiento guiado, mientas Ausubel aboga por el aprendizaje deductivo. Veamos ambas teorías con más detalle.

1. El aprendizaje por descubrimiento 

(Jerome Bruner, 1969, 1973, 1984, 2003)


Una de las claves para entender esta teoría es conceder al alumno de un papel activo en su propio proceso de aprendizaje, resultando un modelo básicamente inductivo que funciona así:
  • El alumno no necesita una información inicial sistematizada sobre el tema de estudio.
  • El alumno manejará información básica que le servirá para descubrir nuevos contenidos y "apropiárselos", en cuanto a que los hace suyos porque él los localiza, estructura y trabaja.
  • El profesor tiene una labor social: ayudar a que el alumno se desarrolle como individuo y establecer puentes entre el aprendizaje y el pensamiento, animando al alumno a conectar ideas.
  • La forma de proceder del docente es, entonces, guiar al alumno para que avance desde lo próximo a lo lejano, de lo particular a lo general.

El modelo de Bruner parece indicado para trabajar contenidos en los tiempos que corren, dado que el grado de información que el docente debe transmitir al alumnado es enorme. Para manejar tanta información, el estudiante debe aprender a seleccionar y simplificar, usando las representaciones

Como posible crítica, hay que señalar que este modelo de aprendizaje es lento y no siempre es necesario en el aula. No obstante, en ciertos casos puede resultar muy útil, como cuando queremos introducir temas novedosos o contenidos especialmente difíciles para los estudiantes.

Para ampliar el tema de las representaciones, podemos hacernos eco de los tres tipos diferentes que se citan en las lecturas propuestas en clase de Psicología de la Educación. Veamos:

a) Representación de acción o conocimiento enactivo: habilidad de comunicarse a través del cuerpo. Por ejemplo, preparar una escenificación teatral de un tema.

b) Representación icónica: usar imágenes como "grandes resúmenes de la acción". Ejemplos: los iconos en la pantalla de un ordenador; elaborar murales, dibujos o pósteres en clase; explicaciones del profesor con apoyos visuales en la pizarra electrónica.

c) Representación simbólica: habilidad para estructurar la realidad a través del lenguaje. Se trata de la forma de representación más potente, pero también de la más difícil de dominar para el alumno.

A partir del tema de las representaciones, el docente tendrá en cuenta lo siguiente:
  • Detectará las formas de representación del alumno y estimular cada una de ellas.
  • Adaptará los contenidos difíciles al nivel de representación más adecuado para facilitar su comprensión a los estudiantes.
  • No presentará a los alumnos el material en su forma final, sino de tal manera que ellos tengan que organizarlo descubriendo y conectando datos.

2. El aprendizaje significativo 

(David Ausubel, 1963, 1968, 1983)


Esta teoría ha cogido fuerza en los últimos años y en ella subyacen tres ideas básicas:
  • El aprendizaje significativo se da cuando el alumno relaciona nuevas informaciones con contenidos previos. Dichas relaciones no serán arbitrarias (como ocurre en el aprendizaje por repetición o memorístico), sino que deberán tener un sentido más profundo.
  • Los contenidos deben ser significativos, es decir, necesarios e importantes para el alumno.
  • Se trata de un aprendizaje por recepción que avanza deductivamente (de lo general a lo particular).

Lo positivo de Ausubel es que no excluye que, para ciertos contenidos, podamos recurrir a cierta proporción de aprendizaje por repetición o por descubrimiento, estableciendo nexos de unión con otras teorías.

Como requisito fundamental, se advierte que el alumno debe tener una actitud favorable, esto es, estar motivado y tener habilidad para conectar lo que ya sabe con lo que quiere aprender. Sobre esta base, los contenidos que vaya asimilando se integrarán en su pensamiento de una forma muy estable y no los olvidará con facilidad, lo que constituye una ventaja respecto a otros modelos.

Por último, dependiendo del tipo de asociación que el alumno logre establecer entre la información nueva y la preexistente, Ausubel estableció tres tipo de aprendizaje significativo:
  • Aprendizaje subordinado
  • Aprendizaje supraordenado
  • Aprendizaje combinatorio

En resumen, en el aprendizaje significativo se produce un cambio en la estructura cognitiva del chico. Pero Ausubel también se ocupa de los mecanismos del olvido, que para él es una forma de asimilación obliterativa. Lo que ocurre es que, con el tiempo, se pierden los detalles de un hecho para ayudar a recordar lo más general de aquel acontecimiento. He aquí su ejemplo preferido: "Cultura es aquello que queda después de haberlo olvidado todo".

Como cierre de esta lectura aparecen tres cuadros realmente útiles para profesores que se dispongan a aplicar el aprendizaje significativo en clase: uno recoge los errores más comunes que cometen los docentes al usar este modelo; el segundo cuadro se refiere a los aciertos y buenas prácticas; y el tercer cuadro presenta un ejemplo de contenido de Enseñanza Secundaria presentado bajo el enfoque de Ausubel. Personalmente, me parecen recursos muy ilustrativos que podrían servirme en mi desempeño profesional.

La principal crítica sobre el aprendizaje significativo es que no parece dar tan buenos resultados a la hora de enseñar conocimientos de tipo procedimental. Por tanto, sería una teoría de aplicación limitada en mi ámbito de trabajo, que es la Formación Profesional.

Pese a la innegable paternidad de Ausubel, también han estudiado y teorizado sobre el aprendizaje significativo autores como Novak (1983) y Reigelutk (1985), a los que debemos asimismo interesantes contribuciones que invitan a seguir investigando sobre el tema.

Finalmente, debemos aclarar que estos dos modelos constructivistas, del de Bruner y el Ausubel, pueden estudiarse también dentro del "saco" de las teorías cognitivas, junto a Piaget, Vygotsky y otros autores.



FUENTES:

Artículo facilitado en clase: "Modelos psicológicos del proceso de enseñanza y aprendizaje", extraído del libro Psicología para el profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato. Ediciones Pirámide.

Artículo facilitado en clase: "2.1.2. Teorías cognitivas". Fuente primaria desconocida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario