En el post anterior dirigimos nuestra atención hacia los paradigmas conductistas, haciendo una referencia final a las teorías de Bandura, psicólogo que en realidad bebe de ambas corrientes, la conductista y la cognitivista, y es quien nos va a servir de puente para llegar a la "otra orilla".
Recordemos que los modelos conductistas analizaban respuestas observables en sus sujetos de estudio y despreciaban los procesos internos que les llevaban a emitir dichas conductas, ya que dichos procesos no eran fenómenos "visibles" desde el punto de vista científico. "Lo que no se ve no existe", debieron pensar los expertos de esta corriente, por lo que decidieron ignorar mecanismos mentales sobre los que luego otros estudiosos alzaron su bandera. Bandura fue uno de ellos, uno de los primeros psicólogos en abrazar las tesis cognitivistas, es decir, aquellas que centran su atención en los procesos internos de emisión de conductas. Surgen así los modelos E-O-R, donde la respuesta (-R-) no solo depende de estímulos externos o del ambiente (-E-, por el término inglés environment ), sino también de cómo los procesa el organismo (-O-).
Me refiero de nuevo a la entrada anterior de este blog para reconocer que en ella no me extendí demasiado acerca de los postulados de Bandura. Me reservaba para un "aquí y ahora" como este momento perfecto: las tormentas de final de verano invitan a quedarse en casa, tomar un té y escribir frente al ordenador.
1. Teoría del aprendizaje social (Bandura, 1997)
Al filo del siglo XXI, Bandura propone una teoría que pone el acento en los procesos simbólicos, autorregulatorios y vicarios implicados en el aprendizaje. La conducta no sólo depende de lo que ocurre en el entorno, sino también de la propia persona, que tiene capacidad de pensar y comunicarse (pensamiento simbólico), así como capacidad de regular su propio aprendizaje.
Como vimos en una ocasión anterior, Bandura, desde sus primeras investigaciones, daba mucha importancia al aprendizaje por observación, indicando que la mayoría de cosas que aprendemos no se asimilan por ensayo y error, sino mirando y copiando un modelo, un ser o máquina más competente.
Sí habíamos citado ya los tipos de refuerzo que Bandura categorizó, entre los que resulta clave el reforzamiento vicario: la conducta de un individuo se mantiene o aumenta después de haber observado a otro ser que, realizando la misma acción, es por ello premiado.
Igualmente, Bandura habla del castigo vicario: un individuo disminuye o abandona una conducta tras contemplar cómo otro ser ha sido castigado por ella.
Cuando leía en las fotocopias facilitadas en clase sobre el refuerzo y el castigo vicarios no pude evitar recordar una noticia de la que hablé el curso pasado en el blog de Teorías y Sociología de la Educación. La noticia trataba sobre el programa Kiva, una nueva estrategia propuesta en Finlandia para prevenir el acoso escolar.
Este nuevo enfoque contra el bullying no se preocupa tanto de asistir a las víctimas, sino de trabajar con los espectadores y lograr en ellos un cambio de actitudes y actuación, como mejor método de prevenir la violencia. En vez de favorecer su silencio, el encubrimiento del agresor o incluso reacciones como "reírle la gracia al maltratador", el programa se propone influir en el grupo de estudiantes para que apoyen a la víctima y manifiesten abiertamente que no aceptan las prácticas de abuso. En este sentido, si un joven atemoriza a un compañero de clase o lo ridiculiza, el resto de la clase debería, por ejemplo, censurar claramente el acto y denunciarlo ante el profesor o la directiva, que decidirá una posible sanción y/o expulsión. De este modo, si otro chico observa la situación, aprenderá de forma vicaria que la conducta de acoso es reprobable y conlleva un castigo. Por tanto, lo más probable es que se sienta disuadido de cometer este tipo de delitos en el futuro.
En mi opinión el aprendizaje social de Bandura pone de relieve la importancia de la vida en comunidad. Dentro de un grupo, por simple observación, se da un valioso trasvase de conocimiento entre sus miembros, lo que ahorra tiempo y esfuerzo a cada aprendiente, no estando obligado este a descubrir por sí mismo cada concepto o técnica importante para su supervivencia o desarrollo personal. Se trata de aprovechar el conocimiento acumulado previamente por otros, especialmente por determinados individuos, aquellos que son "maestros" en su trabajo, sabios en una materia o simplemente personas de conducta ejemplar. Aunque, por supuesto, siempre existe el riesgo de imitar a las "ovejas negras" del rebaño.
NOTA A ESTE APARTADO:
A modo de curiosidad, señalaré que Albert Bandura nació en 1925 y es el psicólogo vivo más citado en la literatura científica de todos los tiempos.
2. Teoría del procesamiento de la información (PI)
En el artículo de referencia, la PI se nos presenta como "la más relevante de las teorías cognitivas". Usando una analogía entre la mente humana y el funcionamiento de un ordenador, el objetivo es explicar y mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El esquema de funcionamiento que postula la PI es el siguiente: una persona recibe una información del ambiente (E); las estructuras mentales permiten procesar la información (O); finalmente, el individuo emite una respuesta (R). De las tres fases, se hace bastante hincapié en la segunda, la de los procesos internos que participan en el tratamiento de la información percibida.
Para Robert M. Gagné (psicólo americano influido por el conductismo y constructivismo), el aprendizaje es un proceso en diferentes fases:
El esquema de funcionamiento que postula la PI es el siguiente: una persona recibe una información del ambiente (E); las estructuras mentales permiten procesar la información (O); finalmente, el individuo emite una respuesta (R). De las tres fases, se hace bastante hincapié en la segunda, la de los procesos internos que participan en el tratamiento de la información percibida.
Para Robert M. Gagné (psicólo americano influido por el conductismo y constructivismo), el aprendizaje es un proceso en diferentes fases:
- Fase de motivación, en la que presentaremos al alumno el material de estudio de forma atractiva, para captar su atención. También es recomendable anunciar algún tipo de recompensa. Hay que lograr que el alumno mantenga expectativas positivas acerca de la utilidad de las tareas.
- Fase de información, en la que contamos al alumno los objetivos que perseguimos, de modo que el alumno se sienta más partícipe de su aprendizaje y organice su pensamiento en función de las metas.
- Fase de adquisición, en la que partimos del conocimiento previo que cada alumno tiene sobre la materia propuesta y ayudamos al alumno a ir construyendo sobre eso.
- Fase de retención, en la que presentaremos nuevas informaciones de forma secuencial, sin sobrecargar, permitiendo que estas sean adecuadamente almacenadas en la memoria a corto o largo plazo. La memoria de trabajo también entra en juego en esta etapa del aprendizaje.
- Fase de recuerdo, para la que resultarán muy útiles las guías y estrategias para recuperar datos de forma eficaz.
- Fase de generalización, en la que el alumno podrá usar la información almacenada para enfrentarse y resolver nuevas tareas (este mecanismo se denomina "transferencia del aprendizaje")
- Fase de desempeño, en la que el alumno refleja lo que ha aprendido al actuar o presentar un producto concreto. Según Gagné, hay diversas maneras de generar respuestas y expresar el nuevo conocimiento (en la página 124 encontraremos algunos ejemplos).
- Fase de retroalimentación, en la que se evalúa el grado de cumplimiento de los objetivos y se aplican recompensas en caso necesario.
Esta teoría me parece interesante porque conecta algunos de los conceptos que vimos el curso pasado en Procesos Psicológicos Básicos con aspectos de la Psicología de la Educación. Por ejemplo, acabamos de ver que la PI, durante la fase de retención de la información, solicita la puesta en marcha de las memorias a corto y largo plazo, así como de la memoria de trabajo, funcionando todas ellas como almacenes o mecanismos esenciales en el proceso de aprendizaje.
Otro acierto de Gagné fue describir el proceso por fases, de modo que resulta una orientación muy útil para el docente, quien puede proponer tareas y actividades siguiendo la estructura de la teoría PI, lo que garantizaría en cierta medida el éxito en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Vistos dos modelos cognitivistas (aunque existen más), dejamos para una próxima entrada el modelo constructivista, representado como veremos por las teorías de Bruner y Ausubel.
Ayer, cuando empecé este post, llovía. Hoy de nuevo luce el sol en las faldas de Sierra Nevada.
Ayer, cuando empecé este post, llovía. Hoy de nuevo luce el sol en las faldas de Sierra Nevada.
FUENTES:
Artículo facilitado en clase sobre "Modelos psicológicos de enseñanza y aprendizaje", extraído del libro Psicología para el profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato. Ediciones Pirámide.
Sitio web del programa Kiva:
Sitio web del programa Kiva:
[Última consulta: 30 de agosto de 2017]
Breve biografía de Albert Bandura:
https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Bandura
[Última consulta: 31 de agosto de 2017]
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